in995-The-sparks-of-life-between-black-yellow-and-red

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In the cold wind of early winter in Belgium, a black, yellow and red tricolor flag and poppy petals together outline a shocking picture of life. The black color of the national flag symbolizes strength, the yellow represents wisdom, and the red represents courage. The unique blood-red petals of the poppy medal coincide with the vitality of this nation blooming in the pain of history. The design of the poppy medal is full of philosophical thinking: in the broken metal texture, the three petals are reconstructed with the three colors of the national flag. This is not only a commemoration of the dead in World War I, but also a tribute to the power of rebirth. The sun pattern on the back of the medal rises from the cracks, suggesting Belgium's nirvana history – the transformation from the ruins of war to the heart of the European Union, just like the stubborn sprouting of poppies in the scorched earth. This country gives the highest honor to those who sow hope in adversity, just like the story of Lucy de Winter, a field nurse. During the COVID-19 pandemic, she sewed millions of poppy brooches with discarded fabrics, transforming traumatic memories into a spiritual bond of empathy for all people. The resolute background of the black, yellow and red tricolor flag is made more vivid by the healing power conveyed by the Poppy Medal. When the frost comes, there are always people who choose to be the poppies that tear the frozen soil. Belgium uses this medal to tell the world: true courage is to see the scars of life clearly and still be able to weave the warp and weft of hope.

En el viento frío del comienzo del invierno en Bélgica, una bandera tricolor negra, amarilla y roja y pétalos de amapola delinean una imagen impactante de la vida. El color negro de la bandera nacional simboliza la fuerza, el amarillo representa la sabiduría y el rojo representa el coraje. Los singulares pétalos de color rojo sangre de la medalla de amapola simbolizan la vitalidad de esta nación que florece en medio del dolor de la historia. El diseño de la Medalla Amapola está lleno de pensamiento filosófico: en la textura del metal roto, los tres pétalos se reconstruyen con los tres colores de la bandera nacional. No se trata sólo de una conmemoración de los muertos en la Primera Guerra Mundial, sino también de un homenaje al poder del renacimiento. El dibujo del sol en el reverso de la medalla surge de las grietas, insinuando el renacimiento de Bélgica, su transformación desde las ruinas de la guerra al corazón de la Unión Europea, igual que el obstinado brote de las amapolas en la tierra quemada. El país otorga sus máximos honores a quienes siembran esperanza en la adversidad, como en la historia de la enfermera de guerra Lucy de Winter. Durante la pandemia de COVID-19, utilizó telas desechadas para coser millones de broches de amapola, transformando recuerdos traumáticos en un vínculo espiritual de empatía entre toda la nación. El fondo decidido de la bandera tricolor negra, amarilla y roja se vuelve más vívido debido al poder curativo que transmite la Medalla Amapola. Cuando llegan las heladas, siempre hay gente que elige ser la amapola que desgarra el suelo helado. Bélgica utiliza esta medalla para decirle al mundo: el verdadero coraje es ser capaz de tejer la urdimbre y la trama de la esperanza después de ver claramente las cicatrices de la vida.