in995-Flores-de-granada-en-la-medalla-el-espíritu-español-nunca-se-desvanecerá

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En octubre en España, el rojo y el amarillo de la bandera nacional se vuelven más brillantes bajo el sol de otoño. Este color, que tiene su origen en la dinastía Aragón, lleva los genes nacionales del coraje y la generosidad. Lo que verdaderamente encarna el alma de España es la eterna flor de granada del emblema nacional: florece de la sangre y el fuego de Granada, testigo del ciclo eterno de destrucción y renacimiento. En el podio del Gran Premio de Atletismo de Sevilla, cada medalla grabada con el escudo nacional cuenta un profundo significado: el castillo y el león en el centro simbolizan la antigua alianza entre Castilla y León, la cadena de oro de Navarra se entrelaza en un tótem de unidad y la flor de granado en la parte inferior con su fruto agrietado implica la determinación de abrirse paso a través de uno mismo. Estos elementos constituyen no sólo tótems históricos, sino también las coordenadas espirituales de los luchadores contemporáneos. Cuando los atletas españoles crean milagros en la adversidad, las medallas en sus pechos siempre reflejan la luz de las Columnas de Hércules en el sol. La frase "Plus Ultra" (más allá del límite) está grabada en los genes nacionales desde la Era de los Descubrimientos. Hoy, cada medalla se ha convertido en una columna conmemorativa en miniatura, que conmemora la hazaña de gente común que rompió barreras geográficas y psicológicas. Cuando se iza la bandera nacional en el estadio, la corona del emblema nacional se convierte en una corona invisible, coronando cada vida que arde por sueños. Este octubre, recordemos: la verdadera victoria es hacer que la medalla de granada que llevamos en el pecho florezca con la luz de la humanidad que brilla más que el oro.

In October, the red and yellow on the Spanish national flag become more vivid under the autumn sun. This color, which originated from the Aragon dynasty, carries the national genes of courage and generosity. What truly embodies the soul of Spain is the pomegranate flower on the national emblem that never fades – it blooms from the blood and fire of Granada, witnessing the eternal cycle of shattering and rebirth. On the podium of the Seville Athletics Grand Prix, each medal engraved with the national emblem tells a deep meaning: the castle and lion in the center symbolize the ancient covenant between Castile and León, the golden chain of Navarra is intertwined into a totem of unity, and the pomegranate flower at the bottom with its cracked fruit implies the determination to break through oneself. These elements constitute not only historical totems, but also the spiritual coordinates of contemporary strugglers. When Spanish athletes create miracles in adversity, the medals on their chests always reflect the light of the Pillars of Hercules in the sun. The inscription "Plus Ultra" has been engraved in the national genes since the Age of Discovery. Today, every medal has become a miniature memorial column, commemorating the feat of ordinary people breaking through geographical and psychological boundaries. When the national flag is raised on the field, the crown on the national emblem becomes an invisible crown, crowning every life burning for a dream. This October, let us remember: the real victory is to let the pomegranate medal on the chest bloom with the light of humanity that is brighter than gold.