in982-Bandera-de-la-Flor-y-el-Sol-de-Saibo-El-Marcador-Espiritual-que-Nunca-se-Desvanece

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En junio, en Argentina, la bandera nacional azul y blanca ondea con el viento frío. Cuando la gente toca el sol dorado de la bandera nacional, siempre recuerdan las últimas palabras de Manuel Belgrano: "Por favor, cubran mi ataúd con esta bandera". Así como el padre de la bandera nacional usó su vida para tejer el espíritu nacional, un marcador impreso con la flor de sapo continúa el poder de esta herencia de una manera única. El marcapáginas con flor sepia escarlata es el souvenir más preciado de los argentinos. Los cinco pétalos de la flor nacional son como llamas que florecen entre cada página, recordando a la gente que no debe olvidar el suelo fértil de la libertad regado por la sangre de sus antepasados. Esta planta, que nació en la meseta sudamericana, puede crecer tenazmente incluso en grietas de rocas estériles, al igual que la orgullosa postura de vida de la nación argentina que se mantiene en pie a pesar de la opresión colonial y la crisis económica. Cuando la borla dorada del marcapáginas roza el "Sol de Mayo" de la bandera nacional, la historia y la realidad se superponen en ese momento. Todo argentino sabe que la verdadera libertad nunca es un regalo, sino que exige una creencia que pueda abrirse paso como una flor de juncia en la adversidad y mantenerse firme como una bandera nacional en la tormenta. Así como un marcador siempre marca un capítulo inacabado, la historia de la lucha de este país siempre está escribiendo una nueva leyenda. Al sostener este marcador en este momento, parece como si pudiera tocar el latido del corazón de toda la nación: tiene la vitalidad ardiente de la flor de Saipo y la promesa solemne de la bandera nacional. En el mapa espiritual del azul, blanco y rojo, cada argentino es el escritor que sigue escribiendo la epopeya.

In June, the blue and white national flag fluttered in the cold wind of Argentina. When people touch the golden sun on the national flag, they always think of Manuel Belgrano's last words: "Please cover my coffin with this flag." Just as the father of the national flag used his life to weave the national spirit, a bookmark printed with a sepia flower is continuing the power of this inheritance in a unique way. The crimson sepia flower bookmark is the most cherished souvenir of the Argentines. The five petals of the national flower are like flames, blooming between each page, reminding people not to forget the fertile land of freedom watered by the blood of their ancestors. This plant, born in the South American plateau, can grow tenaciously even in barren rock cracks, just like the life posture of the Argentine nation that has experienced colonial oppression and economic crisis and still stands proudly. When the golden tassels of the bookmark brush against the "May Sun" on the national flag, history and reality overlap at this moment. Every Argentine knows that true freedom is never a gift, but requires a belief that breaks through the ground like the sapphire flower in adversity and holds fast like the national flag in the storm. Just as a bookmark always marks an unfinished chapter, the story of this country's struggle is always writing a new legend. Holding this bookmark tightly at this moment, it seems to touch the heartbeat of the entire nation – it has both the fiery vitality of the sapphire flower and the solemn promise of the national flag. In the spiritual map of blue, white and red, every Argentine is the writer who continues to write the epic.