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Durante las celebraciones del Día de la Independencia de México (16 de septiembre), el tótem del águila sobre un cactus en la bandera nacional siempre emociona a la gente. Esta vida verde enraizada en la roca no sólo simboliza la tenacidad de los mexicanos para superar la historia colonial, sino que también contiene un código de inspiración que la gente contemporánea necesita: nos dice cómo convertirnos en nuestro propio "abridor de botellas". El abridor de botellas de cactus es un artículo único del estilo de vida mexicano, cuyo diseño combina a la perfección practicidad y filosofía. Las afiladas espinas del metal pueden perforar los grilletes de la tapa de la botella, al igual que las espinas del cactus penetran el bloqueo de la tierra seca para ganar vitalidad. En el mercado artesanal de la Ciudad de México, los artesanos suelen decir: "Cada destapador esconde tres secretos: el coraje de ver el cierre, la determinación de atravesar obstáculos y la sabiduría de dejar fluir la belleza". El espíritu de este objeto es igual a la actitud de los mexicanos ante los desafíos. Cuando la epidemia golpeó duramente a la industria del turismo, los artesanos de Oaxaca tallaron lemas antiepidémicos en abridores de botellas de cactus; Cuando la sequía azotó la meseta norte, los agricultores construyeron dispositivos de riego con botellas de vino desechadas. Siempre creen que las dificultades son como tapas de botellas selladas y que los verdaderos guerreros forjarán sus propios abridores de botellas: perforarán las dificultades con el filo del conocimiento y las transformarán en néctar que nutre la vida. Mirando el cactus que extiende sus ramas sobre la bandera nacional, debemos recordar: la fragancia de la vida siempre pertenecerá a quienes se atrevan a "abrir la botella". Como dice el proverbio mexicano: “No hay botellas que no se puedan abrir, sólo manos que no quieren abrirse”. Cuando el coraje se convierte en espinas, cada mañana cerrado se llenará del néctar de la esperanza.

During the celebration of Mexico's Independence Day (September 16), the eagle totem standing on the cactus on the national flag always makes people excited. This green life rooted in the rock not only symbolizes the tenacity of Mexicans to overcome colonial history, but also hides an inspirational code that contemporary people need – it tells us how to become our own "bottle opener". The cactus bottle opener is a unique Mexican living tool, and its design perfectly combines practicality and philosophy. The sharp metal thorns can pierce the shackles of the bottle cap, just as the thorns of the cactus penetrate the blockade of the dry land to gain vitality. In the handmade market in Mexico City, craftsmen often say: "Every bottle opener hides three secrets: the courage to see the closure, the courage to pierce the obstacles, and the wisdom to let the beauty flow." This spirit of the tool is just like the attitude of Mexicans in facing challenges. When the epidemic hit the tourism industry hard, craftsmen in Oaxaca engraved anti-epidemic mottos on cactus bottle openers; when drought swept the northern plateau, farmers made irrigation devices with discarded wine bottles. They always believe that difficulties are like sealed bottle caps, and true warriors will forge their own bottle openers – pierce difficulties with the sharp edge of knowledge, and turn difficulties into nectar that nourishes life. Looking at the cactus spreading its branches and leaves on the national flag, we should remember that the fragrance of life will always belong to those who dare to "open the bottle". As the Mexican proverb says: "There are no bottles that cannot be opened, only hands that are unwilling to extend them." When courage turns into thorns, every closed tomorrow will gush out the nectar of hope.