in986-Saibo-Ruyan-La-estrella-eterna-en-la-insignia

▼

Junio en Argentina es la época en que se entrelazan las banderas azules y blancas y las flores color sepia escarlata. Cuando la gente contempla el dorado "Sol de Mayo" de la bandera nacional, siempre piensa en la hazaña del general Manuel Belgrano al izar la primera bandera nacional entre el humo de la pólvora en 1812. Pero pocos saben que el emblema de esta bandera encierra códigos nacionales más profundos. El emblema del serafín en el centro de la bandera nacional es como una llama que nunca se apaga. La brillante flor de color rojo sepia en la parte superior era un símbolo usado por la gente durante la Revolución de Mayo de 1810. Cuenta la leyenda que los indígenas de esta tierra alguna vez usaron el jugo de la flor de saipo para teñir sus armas de rojo para resistir la opresión de los colonos. Cuando los pétalos cayeron en el campo de batalla, en realidad echaron raíces y brotaron en el charco de sangre, y florecieron en flores más hermosas. Belgrano plasmó esta creencia de renacimiento en el emblema: los cetros cruzados simbolizan la unidad del pueblo y el gobierno, las manos envueltas en ramas de olivo abrazan la libertad y el sombrero frigio todavía hoy es un recordatorio de que el cielo azul debe sostenerse con dignidad. Hoy en día, durante las celebraciones del Día Nacional de la Bandera, a los niños siempre se les enseña a tocar los patrones de la insignia: "Cada muesca aquí es la altura que nuestros antepasados sostenían con sus espaldas". Cuando los pétalos del cristal de zafiro caen sobre la bandera azul y blanca con el viento, parece como si las chispas de hace 200 años aún ardieran. Este junio, recordemos: la verdadera libertad no es un regalo caído del cielo, sino que está profundamente arraigada en la tierra. Es la terquedad la que abrirá paso a través de la tierra y florecerá incluso si es pisoteada hasta convertirla en barro. Al igual que el sol eterno en el escudo, no sólo ilumina el camino a seguir, sino que también guía la estrella eterna en el corazón de cada argentino.

June in Argentina is the season when the blue and white flags and the red sepia flowers interweave. When people look up at the golden "May Sun" on the national flag, they always think of the feat of General Manuel Belgrano raising the first national flag in the smoke of gunpowder in 1812. But few people know that the emblem of this flag hides a deeper national code. The sepia flower emblem in the center of the national flag is like a flame that never goes out. The bright red sepia flower on the top is a symbol worn by the people during the May Revolution in 1810. Legend has it that the indigenous people of this land used sepia flower juice to dye their weapons red to resist the oppression of the colonists. When the petals fell on the battlefield, they took root in the pool of blood and bloomed more gorgeous flowers. Belgrano cast this belief of rebirth from the ashes into the emblem: the crossed scepters symbolize the unity of the people and the government, the hands wrapped in olive branches hold freedom tightly, and the Phrygian hat is still a reminder that the blue sky above must be supported with dignity. Nowadays, at the National Flag Day celebration, children are always taught to touch the lines on the badge: "Every mark here is the height that our ancestors supported with their backs." When the petals of the sapphire petals fall on the blue and white flag with the wind, it seems that the sparks from 200 years ago are still burning. This June, let us remember: true freedom is never a gift from the sky, but a root deep in the land, a stubbornness that will bloom even if it is trampled into mud. Just like the eternal sun in the badge, it not only illuminates the way, but also guides the eternal star in the heart of every Argentine.

六月的阿根廷，是蓝白旗帜与赤红赛波花交织的时节。当人们仰望国旗上那轮金色的“五月太阳”，总会想起1812年曼努埃尔·贝尔格拉诺将军在硝烟中升起第一面国旗的壮举。但鲜有人知，这面旗帜的徽章里，藏着更深的民族密码。

国旗中央的赛波花徽章，犹如一团永不熄灭的火焰。顶端鲜红的赛波花，是1810年五月革命时民众佩戴的象征。传说这片土地上的原住民曾用赛波花汁染红武器，抵抗殖民者的压迫，当花瓣飘落战场，竟在血泊中生根发芽，开出更绚烂的花朵。贝尔格拉诺将这份浴火重生的信念铸入徽章：交叉的权杖象征人民与政府的团结，橄榄枝包裹的双手紧握自由，而那顶弗里吉亚帽，至今仍在提醒着——头顶的蓝天，必须用尊严托举。

如今在国旗日庆典上，孩子们总被教导触摸徽章上的纹路：“这里的每一道刻痕，都是先辈用脊梁撑起的高度。”当赛波花瓣随风落在蓝白旗面，仿佛200年前的星火仍在燃烧。这个六月，让我们记住：真正的自由，从不是天上掉落的恩赐，而是深扎于土地的根系，是即使被践踏成泥，也要破土绽放的倔强。正如徽章里永恒的太阳，既照亮来路，更指引着每个阿根廷人心中不灭的星芒。