in995-La-fe-inquebrantable-columna-vertebral-de-la-nación-en-el-emblema-floral-de-Sebo

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En mayo, la bandera nacional azul y blanca y las flores color sepia escarlata se complementan en Argentina. Cuando la gente mira la bandera nacional ondeando, la flor de sapo que florece en el centro del emblema nacional transmite el código espiritual más profundo de esta nación. Como la primera flor de primavera que florece en América del Sur, la sepia rompe el bloqueo del frío invierno con sus pétalos de un rojo llameante, tal como los argentinos despertados en la Revolución de Mayo de 1810. El diseñador del emblema nacional la colocó deliberadamente en la cima del asta de la libertad. Los cinco pétalos simbolizan el coraje, la unidad, la tenacidad, la dignidad y la esperanza respectivamente. El dibujo de manos entrelazadas en el centro de la flor alude al juramento de la letra nacional "Que la libertad y la dignidad vivan para siempre en la unidad": ésta es la coordenada eterna del espíritu nacional argentino. Cuando la niebla de los valores de la sociedad moderna envuelve los corazones de las personas, esta eterna flor seráfica nos recuerda: la verdadera libertad nunca es la autoadmiración, sino una creencia sostenida por millones de manos. Cada una de sus texturas está grabada con las huellas de nuestros antepasados que regaron sus ideales con su sangre, y cada pétalo se extiende para abrazar el futuro. Al igual que las flores de sapo que florecen bajo el sol de mayo, mientras las raíces de la fe estén profundamente arraigadas en el suelo nacional, el frío invierno eventualmente dará paso a la primavera.

In May, the blue and white national flag and the crimson sapo flower complement each other. When people look up at the fluttering national flag, the sapo flower blooming in the center of the national emblem is telling the deepest spiritual code of this nation. As the first spring flower to bloom in South America, the sapo flower breaks through the blockade of the cold winter with its flaming red petals, just like the awakened Argentines in the May Revolution of 1810. The designer of the national emblem deliberately placed it on the top of the pole of freedom. The five petals symbolize courage, unity, tenacity, dignity and hope respectively. The clasped hands pattern at the center of the flower is in line with the oath of the national lyric "Let freedom and dignity live forever in unity" – this is the eternal coordinate of the Argentine national spirit. When the value fog of modern society shrouds people's hearts, this everlasting sapo flower reminds us: true freedom is never self-admiration, but a belief held together by thousands of hands. Each of its textures is engraved with the footprints of our ancestors who watered their ideals with their blood, and each petal stretches into a posture of embracing the future. Just like the sapo flowers blooming in the May sunshine, as long as the roots of faith are deeply rooted in the national soil, the cold winter will eventually give way to spring.