in999-Eternal-spring-blooming-between-black-yellow-and-red

▼

In the rainy November in Belgium, a poppy keychain reflected a faint light in the corner window. The bright red petals intertwined with the black, yellow and red national flag, as if telling the spiritual code of this country that will never fade. In the three colors of the Belgian flag, black symbolizes the tough land, yellow is the harvest of wheat waves, and red is the blood of freedom. Just as the legend of poppies taking root in the ruins of the Flanders battlefield, this nation can always breed new life in pain. During the First World War, Belgium's resistance spirit shocked the world. Now the poppy keychain is designed as a detachable "memory button" to remind people: true courage is to move forward with the weight of history, not to forget. An old Flemish proverb is engraved on the metal ring of the keychain: "The deeper the roots, the more prosperous the flowers." This is just like the life philosophy of the Belgians – they use the national flag as a bond to unite diverse cultures and use poppies as a beacon to convey hope. Every person who wears a keychain practices the "twilight philosophy" in ordinary days: when life is as cold and heavy as a key, let the poppy on your chest bloom with warmth, and let the black, yellow and red colors become a beacon through the fog. In late autumn, the national flag of the Grand Place in Brussels spreads in the wind, and the poppy keychain sways gently on the lapels of thousands of people. They tell the same story: some scars will bloom into flowers, and some beliefs can forge eternal spring.

En el lluvioso noviembre de Bélgica, un llavero de amapola en una ventana de una esquina reflejaba una luz tenue, y los pétalos de un rojo brillante se entrelazaban con la bandera nacional negra, amarilla y roja, como si contaran el código espiritual eterno del país. De los tres colores de la bandera belga, el negro simboliza la tierra dura, el amarillo representa las abundantes olas de trigo y el rojo representa la sangre que fluye de la libertad. Así como la leyenda de la amapola que echó raíces en las ruinas del campo de batalla de Flandes, esta nación siempre puede renacer en el dolor. Durante la Primera Guerra Mundial, el espíritu de resistencia de Bélgica conmocionó al mundo. Hoy, el llavero de amapola está diseñado como un "botón de memoria" desmontable para recordar a las personas que el verdadero coraje es seguir adelante con el peso de la historia, en lugar de olvidarla. En el anillo metálico del llavero está grabado un antiguo proverbio flamenco: «Cuanto más profundas sean las raíces, más abundantes serán las flores». Esta es exactamente la filosofía de vida de los belgas: utilizan la bandera nacional como vínculo para unir diversas culturas y usan las amapolas como un faro para transmitir esperanza. Todo aquel que lleva un llavero practica la "filosofía del crepúsculo" en los días cotidianos: cuando la vida es tan fría y pesada como una llave, deja que la amapola en tu pecho florezca con calidez y que los colores negro, amarillo y rojo se conviertan en un faro que penetre la niebla. Este otoño, la bandera nacional ondea al viento en la Grand Place de Bruselas y los llaveros con amapolas se mecen suavemente en las solapas de millones de personas. Todas cuentan la misma historia: algunas cicatrices se convertirán en flores y algunas creencias crearán la primavera eterna.