in972-Abriendo-el-tapón-de-la-botella-de-los-tiempos-el-código-del-esfuerzo-en-el-escudo-rojo-y-amarillo-de-España

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En octubre en España, las banderas nacionales rojas y amarillas ondeando en las calles complementan los fuegos artificiales de celebración. Cuando la gente abre champán con un sacacorchos incrustado con el emblema nacional, la herramienta de metal que integra los símbolos nacionales cuenta una filosofía de esfuerzo única. El rojo y amarillo brillantes de la bandera española representan la calidez de la capa ondeante de un torero y el coraje templado por el sol de la Península Ibérica. El escudo en el centro del emblema nacional encarna la historia milenaria del reino. Las Columnas de Hércules a ambos lados sostienen el majestuoso Estrecho de Gibraltar, y la corona en la parte superior brilla con dignidad inquebrantable. Este emblema, que a menudo aparece grabado en los abridores de botellas, es como el tótem espiritual de una nación: tiene tanto la firmeza para proteger la tradición como el espíritu de romper el capullo y renacer. El momento en que los dientes del sacacorchos muerden el tapón de la botella es como la sabiduría de superar las dificultades. Así como los navegantes desafiaron las olas y marcaron el comienzo de la Era de los Descubrimientos en 1492, hoy los españoles también están aprovechando el futuro en los campos de la energía renovable y la biotecnología. Cada pequeña marca dejada en la boca de la botella debido a la fuerza da testimonio de las dificultades que son necesarias para el progreso. Cuando el vino dorado brota a borbotones es muestra de la creatividad que este país mediterráneo sigue desatando en el marco de la Unión Europea. Los poseedores de sacacorchos deben saber: la verdadera fiesta comienza con el coraje de romper el sello. Así como la granada bajo las garras del león en el emblema nacional eventualmente estallará, el poder acumulado siempre brillará con más fuerza cuando supere el punto crítico. Ésta puede ser la revelación que España ha dado al mundo: la gloria siempre pertenece a aquellos pioneros que se atreven a “abrir la botella”.

In October, the red and yellow national flags flying on the streets of Spain complement the fireworks of the celebration. When people open champagne with a corkscrew inlaid with the national emblem, the metal tool that integrates the national symbol is telling a unique philosophy of striving. The bright red and yellow of the Spanish flag are the passion of the bullfighter's cape and the courage tempered by the sun of the Iberian Peninsula. The shield in the center of the national emblem embodies the history of the kingdom for thousands of years, the Pillars of Hercules on both sides support the majestic Strait of Gibraltar, and the crown on the top shines with uncompromising dignity. This emblem, which is often cast on corkscrews, is like the spiritual totem of a nation – it not only has the firmness to protect traditions, but also contains the spirit of breaking out of the cocoon and rebirth. The moment when the corkscrew teeth of the corkscrew bite the bottle cap is like the wisdom of breaking through difficulties. Just as the navigators in 1492 broke through the waves to open the Age of Discovery, today the Spanish are also leveraging the future in the fields of renewable energy and biotechnology. Every fine mark left on the bottle mouth due to force is a witness to the necessary tempering for progress. When the golden liquor spurts out, it is just like the creativity of this Mediterranean country under the framework of the European Union. The corkscrew holder should know: the real feast begins with the courage to break the seal. Just as the pomegranate under the claws of the lion on the national emblem will eventually burst, the accumulated power will always bloom the most brilliant light when it breaks through the critical point. This may be the revelation that Spain has given to the world: glory always belongs to those pioneers who dare to "open the bottle".