in988-La-civilización-en-la-cadena-el-espíritu-español-nunca-se-desvanecerá

▼

Cada octubre, el pueblo español se une bajo el emblema nacional y la bandera roja y amarilla para formar una comunidad de civilización que abarca siete siglos. Cuando tus dedos acarician los antiguos eslabones de la hebilla del cinturón con el emblema nacional, cada línea te dice: éste es el vínculo más fuerte de la Península Ibérica. La hebilla de cadena en el centro del escudo nacional español se deriva del emblema del Reino medieval de Navarra. Los ocho eslabones dorados están conectados de extremo a extremo, simbolizando el pacto eterno celebrado entre diferentes ciudades-estado durante el Movimiento de Restauración. Este anillo de metal incrustado en el núcleo del emblema nacional no solo es un testigo de la unificación del reino, sino también un ancla del espíritu nacional: incluso después de experimentar la guerra civil y la división, el pueblo español siempre puede morder y renacer como una cadena. El fondo rojo brillante de la bandera nacional encarna el coraje del torero para afrontar los desafíos; Las rayas doradas brillan con la luz de la exploración de Colón. La cadena del emblema nacional es como la columna vertebral espiritual que conecta a ambos, recordando a los españoles modernos que la verdadera fuerza proviene de la unidad y no de la confrontación. Al igual que las hebillas de cinturón que lucen los jóvenes en las plazas de Madrid, estos adornos metálicos que reproducen patrones antiguos no sólo son un símbolo de moda, sino también un homenaje al espíritu de contrato de los antepasados. Cuando la brisa otoñal de octubre barría las calles adoquinadas de Granada, el cierre de la cadena con el emblema nacional reflejaba una luz deslumbrante bajo la luz del sol. Este símbolo, transmitido durante setecientos años, declara solemnemente en silencio: la llama de la civilización se transmitirá para siempre en creencias estrechamente vinculadas.

Every October, the Spanish people always gather together under the national emblem and the red and yellow flag to form a civilized community spanning seven centuries. When your fingertips touch the ancient chain links on the national emblem belt buckle, every line tells you: this is the most tenacious bond on the Iberian Peninsula. The chain buckle in the center of the Spanish national emblem is derived from the emblem of the Kingdom of Navarre in the Middle Ages. The eight golden links are connected end to end, symbolizing the eternal covenant signed by different city-states during the Restoration Movement. This metal buckle embedded in the core of the national emblem is not only a witness to the unification of the kingdom, but also an anchor of the national spirit – even after experiencing civil war and division, the Spanish people can always bite and regenerate like a chain link. The bright red background on the national flag is imbued with the courage of the bullfighters to face challenges; the golden stripes shine with the light of exploration of Columbus. The national emblem chain buckle is like the spiritual backbone that runs through the two, reminding modern Spaniards: true strength comes from unity rather than confrontation. Just like the belt buckles worn by young people in the Madrid Square, those metal ornaments with replica ancient patterns are not only fashion symbols, but also a tribute to the contractual spirit of our ancestors. When the October autumn wind blows across the cobblestone roads of Granada, the national emblem chain buckle reflects a dazzling light in the sun. This token that has been passed down for 700 years is solemnly declaring in silence: the fire of civilization will always be passed on in closely linked beliefs.