in992-Granadas-y-columnas-de-Hércules-el-código-de-la-trascendencia-en-el-escudo-español

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En octubre, en España, en conmemoración del descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón, las franjas rojas y amarillas danzantes de la bandera nacional y el brillo dorado del escudo nacional se complementan. Este escudo, compuesto por el Castillo de Castilla, el León de León, las franjas rojas y amarillas de Aragón, la cadena de Navarra y la flor de la granada de Granada, no es sólo una imagen tridimensional de la historia española, sino también un código eterno del espíritu nacional. La flor de granado en la parte inferior del escudo fue incorporada al emblema nacional después de la caída de Granada en 1492, simbolizando el renacimiento de los conquistados. Esta fruta andaluza, con su piel agrietada que deja ver sus ricas semillas, habla de una filosofía de supervivencia en la que coexisten la ruptura y el renacimiento. Así como los españoles contemporáneos han demostrado resiliencia frente a la crisis económica, las cicatrices eventualmente se convertirán en el poder de florecer. Las columnas plateadas de Hércules a ambos lados del escudo, sosteniendo la inscripción en latín "Más allá del límite", fueron reconocidas en el pasado por los antiguos romanos como el fin del mundo. Los navegantes españoles, con sus hazañas durante la Era de los Descubrimientos, cambiaron el punto final geográfico por el punto de partida del viaje. Los empresarios de hoy continúan con este espíritu y abren nuevas "rutas doradas" en los campos de la ciencia, la tecnología y el arte. Cuando el sol de otoño ilumina la Santa Corona que corona el escudo, cada español puede verse reflejado en ella: el heredero del antiguo reino y el creador de una nueva era. Este emblema que ha abarcado ocho siglos nos recuerda que la verdadera gloria no reside en la conquista del pasado, sino en la trascendencia del presente.

In October, Spain, in the commemoration of Columbus's discovery of the New World, the red and yellow stripes on the national flag and the golden light of the national emblem complement each other. This shield, composed of the Castile Castle, the Lion of Leon, the red and yellow stripes of Aragon, the chain of Navarre and the pomegranate of Granada, is not only a three-dimensional picture of Spanish history, but also an eternal code of national spirit. The pomegranate flowers blooming at the bottom of the shield were included in the national emblem after the fall of Granada in 1492, symbolizing the rebirth of the conquered. This fruit from Andalusia, with its cracked peel showing its abundant seeds, tells the philosophy of survival of coexistence of brokenness and rebirth. Just as the resilience shown by contemporary Spaniards in the economic crisis, scars will eventually turn into the power of blooming. The silver pillars of Hercules on both sides of the shield, holding up the Latin inscription "Beyond the Limit", were once the end of the world recognized by the ancient Romans. And the Spanish navigators used the feats of the Age of Discovery to rewrite the geographical end point into the starting point of the journey. Today's entrepreneurs continue this spirit and open up new "golden routes" in the fields of science and art. When the autumn sun illuminates the holy crown on the top of the shield, every Spaniard can see his or her own reflection in it – both the heir of the ancient kingdom and the creator of a new era. This emblem that has passed through eight centuries reminds us that true glory lies not in the past of conquest, but in the present of transcendence.